Pasan los días y sigo aplicando el decálogo que diseñé. Ahora entre la recarga de pilas y la búsqueda del relax se cuela de vez en cuando un sentimiento de preocupación. Cuatro palabras que se repiten, hables con quien hables: “la cosa está jodida”. Nadie dijo que el ser parado (he conseguido decirlo) fuera una carrera de 100 metros lisos, esto apunta a una maratón de 50 kilómetros con obstáculos. Tal vez las paredes pesen más que nunca y la luz al final del túnel parezca más lejos, pero ante esta nueva situación toca 'metamorfosearse'. Es la hora de la adaptación a una nueva forma de vida… Dejamos atrás el no tengo tiempo, salgo tarde, no llego, entras en 30 segundos en directo… Hemos pasado de vivir a 140km/h (que no llegue a oídos de Rubalcaba) a 0 km/h. Toca arrancar: contacto, metemos primera y pisamos el acelerador, de momento a 10 km/h.
Es verdad, el primer cambio está en nosotros mismos... Como dices hemos pasado de vivir a 160 por hora a sólo 10. Todo es ahora mas lento, xo también para ver con más claridad los caminos hay que andar despacio... La velocidad difumina todo. Es una época distinta, de quizá saborear más las cosas. Cuando a 10 km/h divisemos por fin una meta, tocará de nuevo pisar el acelerador, aunque esta vez todo será más claro ;)
ResponderEliminarCuidado con aparcar en cuesta...aunque de todo se sale :)
ResponderEliminarNo habéis pensado que puede que sea que alguien o algo ha decicido darnos un descanso merecido y que cuando descansemos lo suficiente todo empezará de nuevo? Pensad en positivo. Os quiero ver pronto. Ánimo
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